Razones en contra y a favor de la castración de las gatas y los gatos caseros.

18.02.2014 11:07

El tema de castrar / esterilizar a un gato o dejarlo entero suele generar controversia, ya que implica tomar una decisión importante en la vida de nuestra mascota.  Y no es malo tener opiniones diferentes respecto a este tema, e incluso establecer debates sobre ello, siempre y cuando esos razonamientos estén basados en informaciones veraces y respaldadas científicamente, para evitar que mitos y falsas creencias nos hagan tomar decisiones erróneas.

 

En primer lugar hay que saber la diferencia entre castración y esterilización, ya que muchas personas lo consideran sinónimos y no es así..

 

En la esterilización se opera al animal para evitar el embarazo, es decir, sin interferir en los ciclos hormonales de la hembra ni las gónadas de ambos sexos. En este procedimiento se incluiría la ligadura de trompas en hembras o la vasectomía en machos. Es decir los ovarios y testículos quedan intactos.

 

En la esterilización el macho seguirá teniendo comportamientos territoriales y/o sexuales ante el celo de la hembra y seguirá marcando, y la hembra seguirá teniendo sus "celos" de forma normal, y ambos sexos buscarán la cópula, pero la concepción no se llevará a cabo.

 

La castración en cambio consiste en la extirpación de los testículos en el caso de los machos, y del "vaciado" en caso de hembras (lo que se llama vulgarmente ovario-histerectomía), lo que conlleva la inhibición del comportamiento sexual (pérdida de celo y por lo tanto de comportamiento sexual)

 

En este artículo hablaremos prioritariamente de la castración,  porque es una técnica que  conlleva un cambio radical en la vida de nuestra mascota, frente a la esterilización, que aunque juega un papel muy importante en sus vidas, los cambios son menos espectaculares.

 

Las razones en contra de la castración de animales domésticos, suelen provenir de personas de buen corazón que buscan el bienestar de su gato o gata sin darse cuenta de que le están perjudicando involuntariamente. En general repiten lo que han oído sin pararse a pensar lo que conlleva esa decisión.

 

Estas razones no son muy numerosas, pero se escuchan muy a menudo.

 

Algunas de estas razones que se suelen argumentar y que en realidad se pueden considerar mitos infundados, son:

 

Es antinatural: podría ser si no fuera por el hecho de que nuestra mascota no vive en su medio natural sino en una casa.. Se le alimenta, se le lleva al veterinario si está enfermo, se le limita el espacio y el territorio, se le controla todos los aspectos de su vida, y sin embargo, según este argumento se le ha de mantener un instinto que luego no le permitiremos satisfacer.

 

Tienen derecho a disfrutar de su sexualidad:  lo cierto es que los animales no viven la sexualidad como las personas, y por ello no deberíamos aplicar nuestras ideas sobre este tema a nuestras mascotas.  Para ellos el sexo es únicamente un proceso físico que surge como respuesta a un estímulo hormonal. La única finalidad del sexo en la naturaleza es la reproducción como mecanismo de supervivencia de la especie, y ocurre de forma irreflexiva. Según este razonamiento si la gata no va a parir, para ella no tiene sentido esta práctica, e igual argumento se puede aplicar al macho.

 

Las gatas necesitan tener al menos una camada antes de castrarlas: Los animales no tienen crías para satisfacer una necesidad psicológica como en los seres humanos, por lo que no tenerlas tampoco les afecta en absoluto. Evitarles un embarazo, un parto y una crianza no deseados por el animal es hacerles un favor. En ellos es un instinto no una elección consciente. Es un instinto semejante a rascarse cuando algo pica… ¿no es mejor evitar el picor?

 

Les cambia el carácter, se vuelven apáticos y engordan: Hay algo de verdad en ello. Se vuelven más tranquilos porque no tienen los subidones de hormonas que tanto alteran el carácter (de felinos y humanos) ni las frustraciones por no poder satisfacer su instinto; pero su alegría de vivir, sus juegos y su búsqueda de cariño permanecen intactos… siempre y cuando su carácter sea así. Y además como la edad ideal para realizar esta operación coincide con una entrada en la juventud-madurez del gato se observa un cambio de carácter, al igual que en un joven que se vuelve adulto cambia su manera de actuar.

 

Puede que tengan cierta tendencia a engordar debido a que su actividad disminuye, pero si la alimentación es la adecuada y se le estimula con juegos, su esbelta figura quedará intacta (por eso siempre es mejor tener dos gatos… porque se provocan mutuamente y juegan, quemando calorías).

 

Me gustaría que tuviera hijos para quedármelos: ¿los cuatro, cinco o seis? Las camadas de las gatas pueden variar en número de crías, pero si se trata de una gata joven y sana, …. podemos esperar más de tres… ¿Qué harás con los que no consigas dar y no te quieras quedar?

 

 

En cuanto a los beneficios son bastante más abundantes, porque muchas personas, tanto profesionales como particulares han ido más allá de la apariencia y han buscado el verdadero bienestar de sus mascotas, y en esa búsqueda han encontrado en la castración soluciones a muchos problemas asociados a la convivencia con mascotas.

 

Hembras

 

1. Eliminamos el celo y sus molestias: Las gatas no suelen tener celos regulares. El número de celos depende de factores ambientales, raza, presencia de otros gatos, etc., aunque suelen tener celos seriados desde diciembre hasta el mes de junio. Cuando tienen el celo las gatas maúllan insistentemente (sobre todo por la noche, de forma estridente) y dejan de comer. La gata, una vez operada, no presentará más celos a lo largo de toda su vida.

 

2. Evitamos tumores de mama: los tumores de mama afectan a 1 de cada 4 gatas no esterilizadas. El 80% son malignos y pueden afectar a otros órganos (metástasis) y ser causa de muerte. La castración (y esterilización) precoz reduce significativamente el riesgo de sufrir tumores de mama, pero además si se hace antes del primer celo se evita en un 99% de la aparición de tumores. Entre el primero y el segundo, un 90%, y así va disminuyendo hasta el quinto o sexto celo, momento en el que ya no surte el mismo efecto porque el estímulo hormonal ya se ha producido”.

 

3. Disminuimos el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas: Los mordiscos durante la monta, las peleas durante periodos de celo y el contacto directo con los gatos de la calle o no vacunados pueden provocar el contagio de graves enfermedades infecciosas como por ejemplo leucemia, inmunodeficiencia o peritonitis infecciosa.

 

4. Prevenimos la infección de matriz (piómetra):que es es una de las causas de cirugía de urgencia reproductiva más frecuente en gatas sin castrar, mientras que en gatas castradas nunca aparecerá esta enfermedad porque no tienen útero, y lo  mismo ocurre con el  cáncer o infecciones uterinas.

 

5. En caso de que la gata se escape de casa, evitamos los posibles embarazos no deseados y la dificultad de encontrar propietarios que adopten a los gatitos y que los abandonen. Y sobre todo el contagio de enfermedades de transmisión sexual como la leucemia, la inmunodeficiencia…etc

 

Por último, las gatas castradas viven aproximadamente un 10% más que las que no lo están. Esto se debe a que tienen menos accidentes, enfermedades y una vida más tranquila a nivel de estrés y emociones.

 

 

Machos

 

Los gatos no castrados tienen una serie de comportamientos que no son aptos para la vida dentro de una casa y su convivencia normal con los seres humanos, por eso la castración es una práctica que beneficia a ambos, pero sobre todo al gato.

 

1-      Los gatos castrados dejan de intentar encontrar hembras en celo a toda costa (y de  pelearse con otros machos), y así evitamos el escapismo y sus terribles consecuencias (ha habido casos de gatos que han saltado desde ventanas y balcones en su afán por encontrar una hembra en celo, gatos que han vuelto tan heridos por las peleas que han perdido algún ojo, o se han contagiado de una enfermedad mortal.. o simplemente nunca regresaron)

2-      Se evita el marcaje del territorio con orina ( siendo esta una orina de olor especialmente intenso).  

3-      Aumenta su esperanza de vida, porque evitan los contagios por peleas y transmisión sexual, y es menos probable que desarrollen infecciones y desórdenes del tracto reproductor y próstata, y que sufran infecciones genitourinarias bajas que puedan luego llevarlos a padecer enfermedades renales (uno de los problemas más frecuentes en gatos sin castrar  en los primeros cinco años de vida). Y disminuye el riesgo de padecer  tumores testiculares y hernias perianales.

4-      Tienen una vida mucho más feliz. Disfrutan de todo lo bueno de la vida, y no tienen la urgencia de aparearse, ni agresividad con otros gatos competidores, o ansiedad causada por ellos.

 

5-      La mayoría de las veces les mejora también el carácter en sus relaciones con los humanos y otros animales.

 

6-      Aumenta su esperanza de vida y tienen menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer que los gatos no castrados.

 

Conclusión

 

La castración en definitiva conlleva más beneficios que perjuicios a tu mascota. Es una operación de veinticinco o treinta minutos en una hembra y de unos quince en un macho, que se realiza con anestesia general, por lo que el animal no sufre dolor, y es tan sencilla que ese mismo día pueden volver a casa.

 

La recuperación es igualmente rápida. Al día siguiente prácticamente estará haciendo vida normal y nuestra mascota vuelve a ser “la misma” de siempre en un par de días. Además con las suturas reabsorbibles tampoco hay que preocuparse de los puntos, y salvo la administración de un antibiótico suave (pediátrico) para prevenir infecciones de la herida no hay que hacer curas.

 

También es un aporte a la buena convivencia ciudadana, porque se evitan molestias a los vecinos (el celo de las hembras puede ser insufrible) y un ejemplo a las generaciones venideras por su indudable apoyo a la educación ciudadana, que  ya que permite luchar contra la proliferación incontrolada de colonias callejeras que malviven en alcantarillas, rebuscando entre la basura, llenas de parásitos y enfermedades.

 

 

Los gatos y gatas castrados de colonias y protectoras llevan una marca en la oreja que indica que  han sido operados, de esa manera es fácil identificarlos por las calles.